Victor Jorge Parada Montiel
Aisén, Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo

Don Víctor Parada, nació y fue criado en el campo de Río Exploradores en el sector de Bahía Erasmo, al norte del Camino Exploradores. A este lugar su familia llegó desde Temuco navegando por el río Tranquilo para criar animales, asentándose inicialmente en refugios construidos con lonas, hasta lograr colonizar el lugar. 


En ese entonces su papá trabajó con explosivos para una empresa haciendo el camino en el sector. Don Víctor recuerda que en ese tiempo trasladaban los animales en una lancha grande, servicio que prestaba la familia de Rosa Contreras con quién contrajo matrimonio en su vida adulta, siendo su gran compañera en la Carpintería de Ribera y su suegro, su gran maestro. 


Don Víctor se inició como carpintero de ribera después de los 25 años, cuando comenzó su relación con su esposa y empezó a trabajar con ella y su suegro don Pascual Contreras, en la pesca artesanal, en el sector Playas Blancas, de Puerto Aysén. Ahí aprendió a reparar embarcaciones e hizo su primer bote junto a ellos, destacando que don Pascual es uno de los carpinteros de ribera más antiguos de Puerto Aysén.  


En sus inicios no tenían motor e iban a remo a pescar, después, con el tiempo, él consiguió un motor para el bote y “todo fue más fácil”, comenta. Sin embargo, con el tiempo y en la medida que bajó la abundancia de la merluza, trabajó menos en la pesca artesanal pero continúo trabajando, y en mayor medida, como carpintero de ribera junto a su suegro y esposa. 


En 1996 junto a su familia se vinieron a Puerto Aysén porque sus hijas tuvieron que entrar al colegio a estudiar, obteniendo una casa “casi al tiro", comenta. Permanecieron vinculados a Playas Blancas por su familia extensa, sin embargo, no han regresado al lugar después del tsunami de 2007. 


En Puerto Aysén, don Víctor trabaja junto a su esposa en la ribera sur del río, lugar hasta el cual llevaron el tubo para cocer la madera y construir los botes. Con su suegro don Pascual, ya no trabaja de forma continua debido a su avanzada edad. Sin embargo, recientemente construyeron un bote en conjunto. Expresa que todavía llegan algunos trabajos y se las arreglan para que él siga activo trabajando desde su casa. 


Don Víctor destaca la importancia del trabajo con su esposa, valorando su rol activo en el oficio. Destaca que aunque él considera que no es machista y juntos han aprendido a trabajar eso, relata que, al principio, dudaba en llevarla a faenas en el mar, por temor a que no pudiera adaptarse. Sin embargo, ella insistió, enfrentando incluso burlas de terceros. Finalmente, don Víctor cedió, pues señala que su esposa “sabe la pega al revés y al derecho”. Reconoce que fue una de sus mejores decisiones, pues “la plata empezó a quedar toda para la casa” y porque aprendió que su compañera podía hacer de todo, demostrando gran conocimiento y habilidad en el oficio. 


Como carpintero de ribera don Víctor ha transmitido sus conocimientos y prácticas a su nieto y su familia en general, pues cuando están trabajando “van todos a ver y ayudar”, manifiesta. También ha participado en iniciativas educativas, como el proyecto impulsado por el Departamento de Patrimonio Cultural, en el que junto a otros cultores del Sindicato de Trabajadores Independientes Carpinteros de Ribera de Puerto Aysén —al que pertenece desde su fundación— enseñó a estudiantes del Colegio Santa Teresa a construir un bote. En esta instancia, enseñó las partes de una embarcación, explicó el proceso completo de construcción: desde el emplantillado, pasando por la instalación de la quilla, roda y codaste, hasta el encuadernado, entablado y cocido de la madera. Y enseñó el uso de herramientas como el cepillo. 


Esta experiencia, realizada antes de la pandemia, fue muy significativa para él. Destacó el entusiasmo mostrado por los niños, especialmente por las niñas, quienes incluso operaron diversas herramientas eléctricas en el ejercicio de los talleres.  


Para don Víctor, esta actividad ha sido una de las experiencias colectivas más importantes del Sindicato, y aunque desde entonces no se ha replicado una iniciativa de tal envergadura, el Sindicato continúa funcionando, convocando a sus miembros para trabajos puntuales, como reparaciones de lanchas y otras labores asociadas al oficio. 


Actualmente, a sus 65 años, don Víctor continúa trabajando de manera independiente en la pesca, en labores de campo, en la producción de leña y, principalmente, en la construcción y reparación de embarcaciones. Expresa que ya no es considerado para trabajos formales debido a su edad, pero se siente plenamente capaz y activo. 


Manifiesta que puede construir una embarcación completa, aunque reconoce que algunas tareas son más complejas que otras. Por ejemplo, doblar tablas es una de las más accesibles, siendo el ciprés una de las maderas más blandas y maleables para este fin. 


Destaca que muchas labores de la Carpintería de Ribera requieren ayuda, como entablar lo cual se realiza “de arriba abajo con la madera caliente para que se doble, por lo que hay que hacerlo rápido, entonces se tiene que tener un ayudante para que uno sostenga la tabla y otro clave y así también es más rápido”, señala. 


Para don Víctor, la Carpintería de Ribera es una experiencia valiosa, que demanda ingenio, versatilidad y destreza, afirmando que “uno tiene que hacer de todo, y si no, se las rebusca”. Lo que demanda destreza e inventiva. 


Don Víctor Parada Montiel posee los conocimientos y la experiencia necesaria para construir una embarcación en su totalidad. No obstante, gran parte de su trayectoria la ha desempeñado como ayudante, asumiendo en años recientes un rol más protagónico junto a su esposa, tras la disminución de la actividad laboral de su suegro. 


Entre sus principales funciones se encuentran cocer la madera, labrar la quilla y la roda, cepillar tablas, doblar cantos y aplicar estopa de forma segura. Participa activamente en todo el proceso de construcción, adaptándose a las necesidades de cada embarcación. 


Destaca la importancia de la transmisión intergeneracional del conocimiento, considerando esencial que los cultores y cultoras compartan sus saberes con hijos/as, nietos/as y sobrinos/as desde temprana edad. Asimismo, valora el rol del Sindicato de Trabajadores Independientes Carpinteros de Ribera de Puerto Aysén, proponiendo que se repliquen experiencias formativas como la realizada en el Colegio Santa Teresa de Puerto Aysén, con el respectivo apoyo gubernamental. 


Finalmente, plantea la necesidad de fortalecer la organización del Sindicato, mejorar sus instalaciones y fomentar acciones colectivas que permitan visibilizar, preservar y valorizar el oficio de la Carpintería de Ribera en la región.

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  • Identificador SIGPA: CI8216
  • Fecha de registro: 27-08-2025
  • Tipo: Cultor individual
  • Género: Masculino
  • Comuna: Aisén
  • Region: Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo
Ubicacion
Fotografías