Aprendí en el año 2000, a mis 19 años, a tallar mis primeros títeres en esponja, de un titiritero de la región metropolitana llamado Juan Valdivia, con el cual formamos una compañía de teatro y títeres itinerante, junto a otros jóvenes aprendices.
Con dicha compañía viajamos a presentar nuestro espectáculo y a capacitarnos en el norte de Chile, también por la región de O´Higgins y el Maule. A lo largo de los años yo me independicé y comencé a forjar mi proyecto personal, llamado “TitereTete” el cual ahora pasó a llamarse “Labululú” nombre que está en trámite como marca personal, y el cual me dió el Maestro Titiritero Jaime Morán, premio a las artes escénicas año 2022, COMPAÑÍA UNIPERSONAL “LABULULU TITERES”. Llevo aproximadamente 25 años en el oficio, en donde me he capacitado en diversas técnicas de confección y animación de títeres y muñecos, he podido viajar por el país enseñando mi quehacer artístico y entregando todo lo que he aprendido a través de los años a niñeces y juventudes, gracias a talleres realizados, en diferentes instancias y regiones, también he tenido la oportunidad de representar a Chile en festivales internacionales en Argentina y Perú. Los títeres para mí, son mi vida, mi sustento, mi pasión y creatividad, eligiendo este oficio como parte de mi ser y el cual me ha dado muchos momentos gratificantes, y de donde no me saldré hasta que ya no pueda levantar los brazos.
Primeramente en lo personal es visualizar el oficio de mujer titiritera solista, cuyo rol primordial es expresar mi sentir, entregar conocimiento y educar a través de la entretención, siendo éste mi eje principal. Mi rol más formal ha sido enseñar y fomentar diversas necesidades y temáticas educativas infantiles, ya que mis trabajos están enfocados generalmente a las primeras infancias, en el cual toco temáticas como valores, hábitos, fomento lector, buen trato, alimentación saludable, cuidado del medio ambiente, etc., siendo uno de mis roles importantes ser educadora de forma lúdica y dinámica, a través de mi oficio.