Marfiela Cabrera pertenece a la segunda generación de bordadoras. Inició en el oficio a los 12 años, guiada por su tía, Norma Araneda, de quien aprendió las puntadas básicas, las combinaciones de colores y la manera de representar la vida campesina en la tela. Con el tiempo desarrolló una técnica depurada, minuciosa y creativa, lo que la llevó a recibir en 2010 el Sello de Excelencia en Artesanía, reconocimiento otorgado por el Ministerio de las Culturas y la UNESCO.
Ha enseñado a múltiples generaciones dentro del grupo, siempre con paciencia y dedicación. Para Marfiela, bordar es una fuente de sustento económico, una herencia familiar invaluable y una forma de transformar la vida cotidiana en arte.
Marfiela es una de las principales referentes técnicas de la agrupación. Su calidad artística y creatividad han contribuido a elevar el prestigio del bordado de Copiulemu a nivel nacional e internacional.
Ha cumplido un rol esencial en la formación de nuevas bordadoras, transmitiendo con detalle la técnica y fomentando la innovación dentro de la tradición. Su experiencia y reconocimiento externo refuerzan la legitimidad del colectivo y abren oportunidades para la difusión del oficio. Representa la excelencia y la continuidad del legado desde la segunda generación.