Mi nombre es Ingrid Vergara Ossa y soy titiritera desde el año 1998 . Aprendí este oficio mirando a otros titiriteros y recreando las historias que se contaban en sus funciones, hasta que por casualidad conozco a Elizabeth Guzmán heredera de una tradición familiar de títeres que me toma como su aprendiz llevando mi trabajo a un mejor nivel. Desde esos años he creado obras con contenido y de diversión para participar en festivales de títeres a nivel nacional e internacional, paralelamente he realizado cientos de talleres formativos para niños y adultos a nivel nacional enfatizando las historias de los lugares y sus costumbres. 

Este oficio de titiritera es muy importante para mí, pues me da la posibilidad de llevar alegría y conocimiento a las familias y mantener este arte vigente través del tiempo con el compromiso de enseñar a más artistas el oficio. 

El teatro de Títeres es un espectáculo que cuenta una historia mediante una figura inanimada (títere), que se mueve gracias al esfuerzo de una persona llamada manipulador. 

Me dedico a crear historias y personajes para contar que lleven una enseñanza o que visibilicen situaciones de la vida cotidiana o de la tradición, además de realizar talleres para niños y adultos 

La característica principal es mantener la tradición de crear desde las historias hasta los personajes basándome en el conocimiento que me han compartido generosamente mis colegas titiriteros y también por intuición, para hacer un montaje que represente el teatro tradicional de títeres, así también recontar historias populares de la tradición de los pueblos y usar títeres para visibilizar otros cultores como el canto a lo poeta. trabajo con el títere llamado de guiñol o guante, con títeres de manipulación directa, de varilla, bocones y manipulación de objetos, estas técnicas nuevas han contribuido a enriquecer nuestra labor titiritera, que ponemos en práctica en jardines infantiles para las celebraciones de su área, en colegios en el día del libro, el día del patrimonio, aniversarios ,etc. Este elemento tiene mucho sentido social para mí en el aspecto sobre todo de los talleres barriales en los que he trabajado, enseñando a niños y adultos a conocer y valorar sus raíces y patrimonio, llevando a cabo talleres de reparación en los casos de daño psicológico en adolecentes niños y adultos.