Llega al baile a los seis años de edad, respondiendo a una invitación hecha por uno de sus tíos y desde entonces le ha danzado a la Virgen de Las Peñas. Su Fé y devoción hacia la virgen la motivan a continuar en el baile y espera seguir venerando a la Virgen hasta que sus pies ya no respondan.
Como rito tienen unan oración inicial y final, al bailarín nuevo en el santuario lo meten al río con el fin de que pueda recibir la bendición del señor.-