Somos el Teatro de Títeres Candilejas, en su segunda generación. Mantenemos el diseño original de nuestros fundadores, el teatro de títeres de guante, el Teatrino original desde hace 50 años, la estética en la fabricación de los muñecos y el montaje de las obras que nuestros fundadores escribieron y montaron escénicamente. Nuestro centro de trabajo está "Mario Cepeda es oriundo de la ciudad de Iquique, es el hijo número doce de un total de trece hermanos. Pero con un gran arraigo en la región de O'Higgins, fue un destacado artista polifacético puesto que contó con una amplia trayectoria cultural de más de setenta años donde se destacó como pintor, grabador, ilustrador, actor, titiritero y escritor. Emigró a los seis años de la ciudad del extremo norte para radicarse en la ciudad de San Fernando viaje que realizó en barco y luego en tren. Su padre fue un telegrafista que trabajaba en una empresa de correos y telégrafos de Chile. Se dio cuenta que tenía un talento por las artes plásticas en el colegio cuando a cambio de dinero hacía trabajos a sus compañeros de secundaria. En el año 1960 culmina sus estudios en el liceo nocturno, posteriormente en el año 1960 hizo un curso de telegrafista y hacía el año 1965 lo nombran como telegrafista del Estado, circunstancia que le dio una entrada económica para poder dedicarse al arte. Fue alumno libre de pintura y acuarela en la Escuela de Bellas Artes trabajando junto a Ismael Roa y Hardy Wistua. Mario Cepeda conoció el oficio de titiritero muy joven con un hijo de un médico de Rancagua. Trabajo y aprendió junto a él durante algún tiempo, posteriormente crea con el apoyo incondicional de su esposa, Teresa Foster, la compañía de teatro Candilejas y otra de Títeres llamada “Fantasía”, posteriormente se desarticula la compañía de teatro y la de títeres pasó a llamarse Candilejas. Teresa y Mario confeccionaban sus títeres con diferentes materiales y entre ellos primaba el papel maché. Las obras surgieron en su mayoría de relatos campesinos que la Sra. Teresa conocía por su origen rural (zona de Tunca el Medio, cerca de San Vicente de Tagua Tagua). Don Mario, escribía los libretos de las obras y realizaba la puesta en escena. Presentaban sus obras a diferentes públicos y además realizaban talleres difundiendo la creación de títeres y de obras para ser representadas. Con el tiempo se fueron sumando un sin número de aprendices de diferentes edades y géneros, sólo algunos de ellos continuaron con la tradición como fue el caso de los hermanos Olmos, en especial Juan Carlos. Dentro de los destacados está Héctor Leal quien primero fuera parte de su público de prueba (cuando era aún un niño) para después pasar a ser su ayudante y aprendiz, con los años también se fueron sumando los hijos de Teresa y Mario: Vicente, Cecilia y Carolina. Incursionó en la década de los 90 en la realización de un programa infantil “Misceláneas Infantiles”l para un canal de cable en la sexta región (sextavision), el objetivo era siempre abordar un tema y educar a los niños en relación a la ecología, el respeto y los valores para construir una sociedad mejor. Siempre fue un cultor generoso y entusiasta del oficio en colegios, juntas de vecinos, cooperativas, sindicatos, empresas privadas y reparticiones públicas. Así es cómo nosotros heredamos su teatro “Candilejas” y seguimos replicando su proceso de creación.

El teatro de Títeres Candilejas ocupa el teatro con títeres para facilitar al titiritero sus deseos de comunicar con el público de todas las edades y comunidad en general, el construir colectivamente un mundo mejor. A través de historias con moraleja, enlazadas a tradiciones campesinas y rurales. El teatro de títeres tradicional nos cautiva por sus infinitas posibilidades creativas y de comunicación a través de personajes representativos de nuestro país y sus sincretismos culturales. Lo cotidiano se vuelve mágico y lo mágico se vuelve realidad en cada historia. El viaje hacia la infancia y el encanto del relato oral y la representación alegran cada rincón en donde llega el legado titiritesco. de la comuna de Rancagua de la Región del Libertador Bernardo O’Higgins, y está dirigido a un público familiar, a escuelas, a eventos y celebraciones. El teatro de títeres tradicional es vida más allá del tiempo, en él se encierran todos los saberes, la plástica, la actuación, la escritura de libretos y nos brinda la posibilidad de además de entretener enseñar por medio de las temáticas que aborda. Todo esto nos maravilla y apasiona, y tratamos de mantener fielmente la huella de trabajo legada por nuestros fundadores.