"Don Chito" como le gusta que lo llamen y como lo conoce su amplia clientela, lleva más de 50 años haciendo zapatos a "sobremedida" (a la medida). Su gran especialidad es la confección de zapatos de Huaso hechos tomando las medidas exactas del pie, y utilizando materiales de alta calidad (cuero, suela, badana o forro interno). Además realiza botas y chalas, tanto para hombre como para mujer.

En su taller, Don Chito recibe más de un llamado de clientes encargándole un par de zapatos de huaso. Nos cuenta que tiene una amplia clientela, de todas partes del país. Hacía el norte hasta Santiago, y hacia el sur Temuco, e incluso Puerto Montt. "Mis zapatos duran más de 6 años" nos cuenta, mientras muestra un par con más de 10 años de antigüedad, los cuales demuestran por si solos, estar en excelente estado.

La gran mayoría de sus clientes son corredores en el Rodeo, adiestrados bailarines de cueca, integrantes de grupo folclóricos e incluso jueces de Rodeo. Tal y como nos cuenta, le ha hecho zapatos a toda una familia de amantes del Rodeo, desde abuelos, padres e hijos. "No necesito hacerme clientela, a mi la clientela me llega sola, es el mismo zapato de calidad que hago el que me hace publicidad, no necesito hacérmela", en sus propias palabras.

A Don Chito le gustaría obtener ayuda para poder financiar un Taller. "Mi idea es hacer un taller para enseñarle a un grupo de no más de 5 jóvenes el arte y conocimiento del zapato hecho a sobremedida".

¿Por qué razón Don Chito quiere y tiene toda la intención de mantener su legado y transmitirlo a nuevas generaciones?, a la pregunta es bien claro en respondernos y confesarnos que a sus 73 años, se siente cansado de trabajar en la soledad de su pequeño taller, ubicado en su casa, donde vive hace más de 30 años con su esposa y fiel compañera.

Pero existe otro detalle. Don Chito nos cuenta que su clientela más fiel le está mandando a hacer pares cada vez más seguido. ¿Por qué? Por la clara razón de que sienten que Don Chito, su talento y conocimiento, su arte, algún día desaparecerán, y ya no existirá alguien que haga zapatos a la medida y de tan gran calidad como los de nuestro maestro cultor. "Una vez le fui a dejar un par de zapatos a un abogado cliente de Santiago, el siempre me paga en efectivo, pero sorpresa fue la mía cuando vi que guardaba el par de zapatos en un cajón de su escritorio junto a otro para que me había mandado a hacer hace un año, y el cual estaba sin uso e intacto".

Don Chito explica y siempre repite que su "zapato es un zapato bueno". En la actualidad no le parece la idea de elaborar tanto zapato y "tan sintético". "Mi zapato está hecho de cuero bueno, En nuestra especie de entrevista, le pregunté a Don Chito hace cuánto tiempo hacía zapatos. A lo que el me respondió, "le tendría que contar mi historia". Sigisfredo Sánchez Arias, alias Don Chito, nació en la ciudad de Temuco un 25 de Enero de 1940. A los 13 años, muy joven pero quizás no tanto para la época, ingresó a trabajar en la reparadora de calzado "Gudari", ubicada en "Montt esquina Lago Temuco". "En esa reparadora habían 4 maestros especialistas en zapatos de mujer, ya sea charol, gamuza, cuero de colores y sobre todo hacían zapatos sobremedida de mujer. Además de un maestro especialista en zapatos de hombre y 3 maestro "compostureros" (reparadores), de estos últimos 3, "uno hacía ensuelado y media suela de zapato de hombre, otro hacía ensuelado y media suela de zapato de mujer, y el último hacía 13 pares diarios de cambio de taco de zapatos de mujer". En esa zapatería, llegó a trabajar como oficial aprendiz a fines del año 1953, y nos cuenta que trabajo 3 años en "Gudari".
El resultado de esa experiencia laboral queda expresado en una frase que nos comenta; "me retiré sabiendo hacer zapatos nuevos y a sobremedida". Luego, su nuevo trabajo fue en otra reparadora de zapatos. A los 16 años era un maestro especialista que sabía hacer zapatos nuevos de hombre y de mujer. En el año 1962 se casa y se viene a vivir a la Comuna de Santa Cruz, donde se instala hasta el día de hoy.

Hasta el año 1965 trabajó "apatronado", en una reparadora de calzados propiedad de un caballero llamado Moisés Vega Cerda, ubicada en la calle Claudio Cancino esquina 21 de Mayo. Ese año, nuevamente luego de 3 años, decide tener su propia reparadora de calzados, ubicándose en una antigua casona de la calle principal de la comuna, Rafael Casanova N° 547.

Este taller llamado "Taller de Calzados Chito", lo mantiene por 9 años, porque luego de que vendieran la casa, Don Chito se termina instalando en su casa con su actual taller, desde el año 1974 hasta la fecha.

Hoy a Don Chito lo buscan de toda la región. Desde comunas como Lolol, hasta desde la capital Rancagua. Pero además tiene clientela del sur de Chile, hasta la capital de nuestro país, Santiago. En todo este alcance territorial no existe un maestro con la experiencia y la calidad de producto como Don Chito. Sobre todo y particularmente en su especialidad principal los zapatos de huaso.

Mantiene el uso de herramientas tradicionales para la confección de sus zapatos. Utiliza cueros de alta calidad, así como la badana, la suela, destacándo siempre en su discurso el uso de materiales naturales y nada sintético. Ante la idea de hacer publicidad Don Chito reitera que sus zapatos se hacen solos publicidad. Por su durabilidad, elegancia en el diseño, entre otras características como que estén hechos a la medida. En este sentido y por todo lo anterior, Don Chito reúne una serie de conocimientos como maestro de zapatos hechos a sobremedida. Primero que todo porque lo hace solo y lo mantiene a pesar de la producción en masa y de los menores costos en la industria del calzado.