Paulina Nolanda Miranda Vargas
Río Ibáñez, Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo

Antecedentes biográficos: Paulina Miranda, nace el 22 de junio de 1951 en Río Frío en la Provincia de Llanquihue, tiene 5 hijos, tres mujeres y dos hombres. Sus padres llegaron de la décima región, en el año 1953. Su padre es hijo de madre mapuche, la cual se llamaba Gregoria Pichicona, como nos indica Paulina. Decidieron probar suerte en la región, por el hecho de que sus padres se quedaron sin tierras. No llegaron solos, también los acompañaban los hermanos de su padre quienes también arribaron en busca de nuevas oportunidades a la región de Aysén. "Nos vinimos donde el diablo escondió el poncho". (P. M.) Su madre nunca se acostumbró al clima de la región, por lo que pasó mucho tiempo enferma en el hospital de Coyhaique, el cambio fue muy brusco para ella, nos comenta Paulina. "Mi mamá fue una analfabeta, pero me siento muy orgullosa de ella, porque me enseñó a respetar, me enseñó muchas cosas, a valorarla y en primer lugar como se enseña a los hijos". (P.M.) Paulina, estudió sólo hasta tercero básico, en la escuela D-21, actual Pedro Quintana Mansilla de la ciudad de Coyhaique, producto de que era muy caro, económicamente vivir en la ciudad de Coyhaique, por lo tanto regresa a vivir al campo con su padre. "Yo me crie en casas que no eran casas (…) pero cuando nos íbamos al campo, para mí, era la libertad más grande que yo tenía, era como que me sacaban la soga de los brazos". (P.M.) Paula terminó su educación después de adulta, trabajaba en el día y estudiaba en la noche, finalizando su cuarto medio en la ciudad de Coyhaique, aparte de aprender paralelamente de su padre las labores del campo. "Le dije a mi mamá, hoy día voy a tener como poder ganar la vida más desahogadamente, lo que yo había aprendido de mi papá, no me quedaba nada de pesado, yo ya había aprendido las labores del campo, lo que es trozar, lo que es el hombre que tiene que aprender, tomar el serrucho y todo". (P.M.). Trabajó en Coyhaique, hasta el año 1974, momento en que llegaría a Puerto Río Tranquilo un cinco de diciembre, a trabajar como inspectora de la escuela de la localidad, hasta el año 1979. El perder su puesto de trabajo no generó que ella se fuera del pueblo, en la actualidad continúa viviendo en Puerto Río Tranquilo acompañada de su hijo y la música, y además implementando una pequeña sala museográfica en el living de su hogar.

Antecedentes de la especialidad o práctica: Contexto: Para Galindo (2004) el folclor de Aysén tiene su origen en dos ramas de un mismo árbol, el canto a lo poeta, de los campesinos de Chile central y el género llamado gauchesco de los trovadores rioplatenses. "(…) A juicio de Héctor Adolfo Cordero, la métrica inicial utilizada por los trovadores rioplatenses fue la del romancero español y en las trovas gauchescas apareció algo totalmente distinto a lo conocido hasta entonces; se muestra lo que obedece a una condición étnica (…)" (Galindo, 2004, p. 153) Según el autor, en Chile la poesía del pueblo se reflejó en los textos de las tonadas, en las corridas del rancho, las pallas y contra puntos de las chinganas. En el caso de la paya, es un arte poético musical heredado de la colonia que tuvo gran desarrollo en Argentina, Uruguay, Brasil y Chile. Entre los más reconocidos en la zona de estudio se encuentran Jorge Contreras y Víctor Hernández, quienes se desplazan por diferentes fiestas costumbristas que se realizan en la Patagonia, incluyendo la Argentina: “(…) La música la desarrolla […] Dentro de la región en los festivales costumbristas, sino también en Argentina, en donde hayan fiestas costumbristas y necesiten mi presencia, ahí voy”. Jorge se define como un “cultor musical”, pues considera que esta es una labor especial de los payadores: “…en la región de Aysén la tradición se vive, no se rescata. De que la estamos perdiendo obviamente, cada día más, por eso luchamos los que estamos en movimiento de lucha social o cultural, como los payadores (…)” (Jorge Contreras, Puerto Ibáñez en Concha, 2013). En el caso de la Ranchera, ésta tiene ritmo de origen rioplatense, derivado de la Mazurca; parecido al valse, pero más lento y cadencioso, llega con los colonizadores desde el Río de la Plata; no se puede establecer cómo llega primero a la región, si a través de los músicos, o de discos de Victrola, pero es más probable que haya sido a través de colonos músicos, ya que era más fácil adquirir un instrumento musical, que una victrola. Lo que sí está claro es que se ha transmitido de generación en generación de forma oral, y a través de discos; y que sigue vigente su práctica, tanto en la música como en su danza. Por estas características es considerado folclor regional. En Aysén se han folclorizado también rancheras de procedencia mexicana y procedencia chileno centrina. Aunque como plantea Galindo (2004) la ranchera mexicana tiene muy poco que ver a nuestra ranchera criolla. "(…) En la forma de la danza, la pareja realiza el doble pazo sobrepaso al compás de ¾. Coreográficamente los bailarines marcan la figura de una rueda o una elipse, interrumpida a intervalos, de acuerdo a los cambios de velocidades o estribillos del tema, por uno o dos giros, cada ve, las llamadas vueltas. Estilísticamente, hay quienes pueden destacar también con los tacos el ritmo y otros que marcan el compás de manera muy suave y elegante. (…) "(Galindo, 2004, p.121) Según Guerra Pizarro (2010), el chamamé es un ritmo derivado del chamamé maceta (lento) el cual es oriundo de Corrientes, Argentina, y éste viene de la polca paraguaya. La danza en el paso difiere de la practicada en el sector de corrientes y otras provincias de Argentina, donde el varón se agacha y cruza uno de sus pies por detrás del otro, en cambio en la región de Aysén se ejecuta el paso a la inversa y los cuerpos de los bailarines mantienen una postura más erguida. Llega a la región en la década de 1940 en discos de victrola. Se ha transmitido de generación en generación por medio de la oralidad como también a través de discos. Su práctica sigue vigente tanto en su música como en su danza, poseyendo características dancísticas propias en la región de Aysén. "(…) Su masificación no llega sino hasta las últimas décadas, después que fuera relegado a algunos sectores de la región, por haber sido considerado símbolo de argentinidad para las autoridades de las décadas 60´y 70´. No obstante, se ha convertido en uno de los ritmos más populares de la región, considerándose como una manifestación de folclor regional (…)". (Pizarro, 2010) El chamamé se clasifica como de uso social, ritual y de actos festivos, se encontraría en la dimensión de los profano y artístico. Y se desarrolla en fiestas privadas, comunitarias asociadas a la finalización de faenas productivas (señaladas y marcaciones) como también en fiestas costumbristas a nivel regional, las cuales principalmente se desarrollan durante los meses de enero y febrero. Práctica: Paulina Miranda, canta y toca la guitarra, tiene una voz fuerte y la hace notar, la música la aprendió de sus padres, es así que desde pequeña toca la guitarra y canta. "Agradecida de Dios por la voz que me ha dado y lo poco que se tocar se lo debo a mis padre y bailar a mi madre, porque todas esas cosas nos enseñaron a todos nosotros". (P. M.). Una de las particularidades que se pueden encontrar en la ruralidad y su folclor, es que la música principalmente se aprende a oído, es decir, sin la necesidad de aprender las notas musicales y como gran parte del arte rural de la región de Aysén, no tiene estructuras, como es el caso de Paulina. "Aprendí a los nueve años, yo pensaba que yo solamente rasqueteaba la guitarra, pero aquí casi la mayoría tocan así, muy poco es el que toca punteado y cuando he participado en otros lugares, personas que tienen trayectoria larga, también tienen eso de (…) al oído, como yo, puro charrasquear como yo lo hacen ellos, entonces yo no quedo muy atrás porque siempre pedía disculpas". (P. M.) Cuando comenzaron a nacer sus hijos, decidió que no cantaría ni tocaría la guitarra por un tiempo, lo que la alejó por varios años de su arte. "Pero dejé un periodo de tocar y cantar, hasta que crecieron mis hijos, yo dije algún día cuando ya crezca todo, volveré si Dios me tiene con vida y salud, a cantarle a quien desee que yo cante". (P.M.) Volvió a cantar y tocar cuando comenzó el “Encuentro de Acordeón y Guitarra” de la localidad de Puerto Río Tranquilo, el cual tiene sus inicios el año 2001, como una iniciativa del centro de padres y apoderados de la localidad. "Cuando se empezó con el encuentro de acordeón y guitarra, se hizo para buscar dinero y para que quede aquí, algo a los niños, que ojalá los niños no lo pierdan". (P. M.). Sus canciones son recopilaciones de letras que cantaba su padre, además de otras melodías que ha recopilado con el paso de los años. "Yo canto de Violeta Parra, canciones que son nuestras, son canciones que aprendí de mi papá, las fui recopilando poco a poco, después escuché que empezaron a tocar esas canciones antiguas, las empezaron a tocar, ah dije yo aquí termino de completar mis canciones (…) se imagina mi papá partió de esta vida a los 94 años, no sé a qué edad las había aprendido él (las canciones), yo tengo 61 años, empecé a los nueve años a cantar las canciones de él, entonces quien las cantó, no tengo la menor idea". (P. M.). Comenzó nuevamente a tocar y cantar en su pueblo, pero siguió tocando en diversas localidades de la región. Ha pensado en grabar su música, pero la complejidad que implica llevar a cabo un proyecto, dificulta concretar su idea. "Igual siempre me preguntan por qué no grabo, yo he ido cuando se han abierto para grabar en cultura, pero me cuesta mucho para llenarlo, porque piden muchos requisitos, entonces para eso digo yo, con plata o sin plata sigo (…) creo que lo que me dio dios no es para venderlo, si a alguien le gusta lo que yo hago bien" (P. M.). Nos cuenta que sus hijos le piden que cante canciones más alegres ya que las que canta son un tanto tristes, pensando que reflejan sucesos ocurridos en la región y en específico en la cuenca del lago General Carrera, acontecimientos de una Patagonia sufrida, más allá de lo prístino de sus paisajes. Como es el caso de una canción dedicada al asesinato de una joven de Mallín Grande, tema que nunca ha podido encontrar la segunda parte. "No puedo encontrar la otra parte (…)me gustaría encontrarla para que ella me entregue el resto de la otra canción, porque es una canción de una joven que mataron". (P.M.). Era una tarde del mes de mayo, cuando de improviso un balazo se oyó Era una tarde del mes de mayo, cuando de improviso un balazo se oyó Era un ruido de muerte de aquel martirio la Irma fue Era un ruido de muerte de aquel martirio la Irma fue Nunca te acuerdes hija querida que de mis brazos te arrebato Nunca te acuerdes hija querida que de mis brazos te arrebato Merece siempre estar engrillado y que lo sequen en la prisión Merece siempre estar engrillado y que lo sequen en la prisión Nunca te acuerdes hija querida que de mis brazos te arrebato Nunca te acuerdes hija querida que de mis brazos te arrebato Merece siempre estar engrillado y que lo sequen en la prisión Merece siempre estar engrillado y que lo sequen en la prisión…. "Me gustaría encontrar alguna vez solamente el nombre de la Irma y creo que los de Mallín Grande lo deben de recordar, porque me contaron muchos años atrás, en un encuentro que hubo en Ibáñez que ella vive en Guadal y me decía que eso fue en la playa, que el hombre mato a la señora a la vista de su niñita (…) esta canción la escuche cuando tenía veintitrés años por ahí, nunca pensé que la canción era de la provincia y que era de Mallín Grande". (P. M.).

FUENTES: ? Concha, R. (2013). Informe Variable Patrimonio Inmaterial; Sub-etapa 1: Descripción y caracterización de las variables de la cuenca del Río Ibáñez. ? Galindo L. (2004). Aisén y su Folclor, Fondo Regional de las Artes y la Cultura, Coyhaique Patagonia Chilena.

  • Identificador SIGPA: CI1489
  • Fecha de registro: 21-08-2013
  • Tipo: Cultor individual
  • Género: Femenino
  • Comuna: Río Ibáñez
  • Region: Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo
Ubicacion