Nelly Lemus Villa
Baile Religioso Norte Grande / Gestor cultural / Investigación / Profesora Normalista
Antofagasta, Antofagasta

Cuarenta años ha dedicado Nelly Lemus Villa, para desarrollar con claridad su ponencia: “Las Danzas Promesantes y su proyección en la Educación” para llegar a la formulación de su Método de enseñanza-aprendizaje, el Método Pacarisca.

En 1959 desarrolla su carrera de Maestra normalista en la ciudad de Chañaral. En 1968 se traslada a Antofagasta donde inicia su investigación definitiva e inicia la formulación de su método para la enseñanza y aprendizaje de la Danza, de manera paralela se integra en el mundo literario relacionándose con autores como Andrés Sabella.

Entre 1974 y 1985 trabaja con cientos de niños los que se conocieron en Chile como los Pacarisca, proyectándose, además, en el Tambo Atacameño, tomando así un lugar de reconocimiento en el folklor nacional. De manera paralela escribe poemas que se presentan en dos publicaciones: “Descripciones” y “La Pacarisca”, además de ser parte de las interpretaciones de cantores populares como Illapu, Tito Fernández y grupos locales.

En 1990 y 1992 trabaja en el Servicio de Paz y Justicia, donde aplica su método de investigación como educadora popular, con técnicas de animación comunitaria rescatadas en el contacto con el mundo de la población y de la mujer, en todo el Norte Grande y Chico.

En Antofagasta se ha ganado la legitimación de educadora que ahonda en la identidad del Norte Grande. Su prestigio le ha permitido participar en diversas jornadas a lo largo del país. Su grupo de práctica y reafirmación, en la actualidad, lo constituye el Taller de Danzas “Pampina”, con el cual trabaja desde 1994, y continúa su trabajo de investigación. Por su trabajo ha sido distinguida con el “Ancla de Oro” de Antofagasta, “Medalla del Bicentenario”, “Distinción Presidencial Pablo Neruda”, entre tantos otros, a nivel regional y nacional.

Antofagasta reconoce en ella un referente cultural por la constancia de su trabajo y la variedad de acciones para el logro de este, entre las que se destacan:

• Agrupar a mujeres interesadas en el baile.
• Ofrecer actividades de esparcimiento y de formación cultural.
• Participar en muestras de danza.
• Fomentar la creación de espacios para el desarrollo de Talleres de creación colectiva.
• Promover, realizar y auspiciar cursos de perfeccionamiento, charlas y conferencias para distintos grupos.
• Promover la difusión de la danza propia del Norte Grande.
• Generar espacios donde se desarrollen y relacionen diferentes actores del mundo cultural y social de Antofagasta.
• Rescatar danzas e historias que se están perdiendo y así mantener vigentes transmitiendo a las nuevas generaciones.

La decisión de continuar trabajando su propuesta hasta el final hizo que la Sra. Nelly dispusiera de una parte de su casa para desarrollar su trabajo creador, además de permitir que grupos emergentes ocupen dicho espacio, colaborando así en la concreción de espacios físicos, tan difíciles de encontrar, tal como ella y su grupo lo vivió.

METODO PACARISCA: UNA METODOLOGIA DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE
El estudio de lo promesante hasta la integralidad de las danzas.
Una expresión creadora del ser humano

El Método Pacarisca es una metodología de Enseñanza-Aprendizaje diseñada por Nelly Lemus, basado en el estudio de los bailes promesantes del norte de Chile, y aplicada a la Integralidad de las Danzas, como expresión creadora del ser humano.

En el trabajo de Nelly Lemus Villa se observa una búsqueda incesante de las manifestaciones de su Pueblo Nortino. La motivación de esa búsqueda está centrada en el propósito de entregar una experiencia con la danza, iniciada en el trabajo con niños y ampliada, a lo largo de los años, al mundo de jóvenes y adultos.

Esta búsqueda empieza el año 1959 en Chañaral, donde la cultora observó lo siguiente:

• En una escuela de 1.200 alumnos, solamente 5 o 10 alumnas elegidas eran protagonistas.
• El baile de pareja en folklor se tornaba difícil, porque a los niños no les atraía bailar.
• Lo que la escuela les ofrecía no respondía a la pertinencia, al entorno social y a las historias de este grupo de alumnos.

Todas estas falencias llenaron a la Maestra de inquietudes, en relación a cómo convocar, no a diez, sino a cientos de niños, jóvenes y adultos bailando. La respuesta la encuentra en Antofagasta en 1974, al observar, desde esa fecha hasta hoy, las danzas de los promesantes en las calles de esta ciudad.

A partir de esta observación la Maestra fue ordenando su aprendizaje y descubriendo los contenidos pedagógicos que iban a dar vida a su propuesta educativa:

Todos pueden bailar:
Si el pueblo hace eso, debe aplicarse también en pedagogía y en una actitud de vida, lo que conlleva a no ser selectivo ni en lo corporal, ni en las habilidades, ni en las diferencias etáreas.

El cuerpo es un gran protagonista:
En la medida en que se pueda integrar la lateralidad, el desarrollo de la coordinación y la toma de conciencia de las dificultades que el cuerpo presenta, se debe trabajar para resolverlas, tanto individual como colectivamente.

La apropiación de la historia de lo que se está haciendo:
Desde cuándo este Pueblo bailaba, en qué otros lugares se realiza la misma manifestación y qué influencias aparecen en lo que se está realizando, es decir, entender que los Pueblos resuelven las expresiones colectivas sin dejar de lado las influencias en determinados movimientos. El bailarín o bailarina serán capaces de comprender el contexto geográfico y sociológico de lo que están realizando.

Mirar comprendiendo:
Obliga a definir un sujeto, individual o colectivo, de observación, no una semana o un mes sino durante años para ir descubriendo las decodificaciones que permitan transmitir el movimiento a partir de las vocales, término incorporado en el método de enseñanza de la Maestra para aprender los movimientos básicos en cualquier coreografía o trabajo colectivo, independiente de la cantidad de personas participantes.

Escuchar comprendiendo:
Siendo un imperativo, las personas pueden ir definiendo y diferenciando los distintos ritmos que se les presentan, partiendo desde lo local, hasta lo nacional, latinoamericano y universal, entiendo que cada hecho musical y coreográfico tiene un contexto.

Cumplir el compromiso:
Desde la religiosidad popular se observa el estricto cumplimiento del compromiso, de la promesa con lo sagrado (bailar 3 años consecutivos, por ejemplo), frente a esto la Maestra postula que el cumplimiento del compromiso de los alumnos de esta metodología es más sagrado porque el compromiso es hecho consigo mismo. Una clara valoración de esto, la Maestra lo observa en el mundo de la mujer cuando se deciden a regalarse un tiempo para ellas, para su protagonismo como seres humanos, ofreciendo un espacio para ello.

Tomar posesión del cuerpo:
Considerando que es la única pertenencia que cada uno posee. De esta manera el bailar es un medio que favorece el desarrollo de la autoestima para el descubrimiento de fortalezas y superación de debilidades hasta llegar al tiempo de las certezas, entendiéndolas como las definiciones personales y toma de decisiones en la vida, lo que conlleva a la valoración de la identidad, tanto individual como social.

Trabajo en equipo:
En el hacer de la religiosidad popular, la Maestra descubre la importancia de la cohesión grupal para el cumplimiento de objetivos en común, donde se definen tareas, se distribuyen roles y se cumple en un hacer incansable.

  • Identificador SIGPA: CI166
  • Fecha de registro: 04-08-2011
  • Tipo: Cultor individual
  • Género: Femenino
  • Comuna: Antofagasta
  • Region: Antofagasta
  • Cultora destacada 2016
Ubicacion
Fotografías