María Eliana Cárcamo Arteaga
Guaitecas, Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo

María Eliana Cárcamo Arteaga nació un 1° de julio de 1948, en Curanue, comuna de Quellón, isla de Chiloé. Llegó a los 30 años a Melinka, sus padres son nativos de Chiloé, se fue a vivir a Melinka por el trabajo de su marido, este fue uno de los primeros buzos que llegaron a la localidad, el esposo de la sra. María Eliana venía de Talcahuano y ella venía a Melinka a comprar cholga seca, para vender en Quellón, así fue como se conocieron y se quedaron a vivir en Melinka, de su matrimonio tuvo tres hijos, dos hombres y una mujer. Sus dos hijos nacieron prematuros y eran muy enfermizos, ella los tuvo cuando tenía 39 años, ahora los dos adultos. Cuando sus hijos eran pequeños ella salía a mariscar y a trabajar en la cholga junto a su marido.




Según León, (2007). Por la distancia respecto de los centros de poder, y por contar a veces con la figura del sacerdote solo durante la misión anual, la comunidad se apoyó en personajes como los fiscales o el rezador, quien a pesar de no ser un religioso, cumplía un papel relevante durante los últimos momentos de vida del chilote: ayudarle a “Bien Morir”. Su protagonismo ha quedado confirmado más bien en las
localidades rurales, ya que es posible que en las ciudades y pueblos de mayor envergadura, fuese reemplazado por el mismo sacerdote o el fiscal. (Pág. 93). Práctica La Sra. María Eliana comenzó a rezar a raíz de una enfermedad muy grande que tuvo su marido a la columna, nos cuenta “… veía una iglesia abierta y era pum pa dentro, era como que alguien, era tanta la necesidad de yo acogerme a Dios ahí, no sabía cómo llegaba era como tan desesperante mis niños eran chicos, todavía niñitos, andaban al colegio acá, era tan desesperante que como le acabe de decir veía una iglesia y pa dentro y había una señora que siempre me aconsejaba porque yo a todos los rezos que iba yo lloraba porque le pedía con tanto amor a dios que ojala que mi marido vuelva a caminar por que la operación que le habían hecho era muy difícil y más, mas sin plata, más que no eran pagadas las operaciones, saber si quedaba bien, después estuvo con problemas psicológicos , no quería caminar, nos costó un mundo, así que ahí me acogí a Dios y le prometí a Dios que me iba a poner a rezar, mi abuelita había sido rezadora antes, pero yo no, mis tías también pero yo lo aprendí después de vieja, adulta, como le digo por una necesidad, porque era una necesidad para mi acogerme a dios, era una necesidad mía, y tenía una amiga ella me regalo un libro me dijo, aprende a rezar por que te va hacer bien. Me acuerdo la primera vez que pase a rezar era una jalea (…) por que pase a rezar adelante en el pulpito el rosario y no ahora no ya no po, le rezamos a los muertitos cuando llegan, cuando se entierran, la noche del velorio…” así fue entonces como la Sra. Maria Eliana comenzó a rezar, nos cuenta también como funciona esta tradición y cuál es la función de la rezadora “… ella por ejemplo ya, hay un cadáver cierto, ellas manejan todo el rezo, todo lo que es el rezo, los cánticos, las oraciones, todo…” cuenta también que la rezadora puede pasar varios días acompañando a las familias mientras se lleva a cabo el velorio, “…yo me acuerdo cuando allá acompañaba a mi abuelita, cuando era un poquito más grande que la niñita que se fue a la cocina y en el campo daban así unos panes y cada pedazo de carne, de todo porque el funeral que no carneaban un par de vaquillas, no era funeral po’, no era velorio, una cosa así, entonces usted, Todo esas tres noches reunía cantidad de carne y pan, había que llevar una bolsa completa de carne y pan (…) toda la gente, todos porque todos lo acompañaban y harta chicha se tomaba…” antiguamente los velorios o funerales eran una especie de celebración “… los dolientes dicen que es el último gasto que está haciendo el dueño de casa o no se po’ el familiar que fallece…” el papel de la rezadora entonces era muy importante, ya que ésta, era quien guiaba los rezos y plegarias del velorio, era una mujer muy respetada. La sra. María Eliana, al asistir a un velorio como rezadora, primero empieza rezando los rosarios, rosarios cantados, “ al estilo Chiloé, se reza por ejemplo el padre nuestro con diez ave María y viene un canto, puede ser o bien no, hay cantos que son adecuados para la persona, si muere un niño, se le cantan canciones de niños, de ángeles y si son adultos se le cantan alabanzas de adultos” . La sra. María Eliana es una de las dos mujeres rezadoras, que quedan en la localidad, ha viajado a varios lugares con un grupo católico a rezar, incluso al extranjero. Los rezos se pueden encontrar en el libro “el manual del cristiano”, a ella le gustaría poder enseñar todo lo que sabe a la gente de la localidad. FUENTES: León, M. (2007). La Cultura de la Muerte en Chiloé. Santiago, Chile.

  • Identificador SIGPA: CI1518
  • Fecha de registro: 22-08-2013
  • Tipo: Cultor individual
  • Género: Femenino
  • Comuna: Guaitecas
  • Region: Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo
Ubicacion