Juan Teofilo Quintallana Arteaga
Guaitecas, Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo

Antecedentes biográficos: Juan Teofilo Quintallana Arteaga nació en Puerto Montt un 20 de febrero de 1941. Ambos padres también eran de Puerto Montt. Cuando tenía alrededor de 5 años, falleció su padre, quien era tripulante de barco, al morir su padre se fue a vivir a la casa de una madrina, y de ahí su madre decidió ir a vivir a la cuidad de Castro, en la isla de Chiloé, “…vivamos abajo en la costanera, conoce usted, si demás po’ (…) en calle Lillo ahí tenemos una casa nosotros… “a los pocos años cuando tenía 8 años para ser exactos, también murió su madre, quedó huérfano, y unas tías que tenía en una isla cercana llamada Quehue lo fueron a buscar a él y a una de sus hermanas con la que estaba, don Juan tiene cuatro hermanos, dos hombres y dos mujeres. En Quehue sus tías lo enviaron al colegio, donde estuvo de primero a quinto básico, “…porque no había más en la isla donde yo estudie, puras profesoras mujeres, nunca tuve un profesor hombre, puras mujeres, pero no repetí ningún año entre a primero y salí de quinto, Salí de trece años de la escuela, entré a los ocho años, salí de trece…”, de ahí en adelante se dedicó a trabajar. Don Juan se fue a vivir a Castro, en busca de oportunidades laborales, ahí estuvo trabajando en una parte llamada “astillero” haciendo labores de campo, ahí estuvo por varios años “…después me aburrí me vine pa’ Quehue otra vez, ya vine bien cacharpeado un lolo a todo trapo, joven, con plata en el bolsillo, contento cuando llegue a mi casa…” En esa época don Juan tenía un hermano que vivía en Melinka, y con el fin de tener noticias de él, ubico a un hombre, que vendía cholgas secas y pescados y era amigo de su hermano “…una tarde bajé abajo donde el hombre hacia sus negocios, si me dijo yo conozco a tu hermano, si es amigo mío, y justo aquí te mando una carta, que mi hermano me mandó hasta plata pa’ que yo me vaya con el mismo hombre, el negociante, pa’ que yo me venga con él, no me vine nunca, me gasté la plata, y al final no me vine no más, después, como a los dos meses después, me volvió a llamar por carta, no había celular, no había na’, pura carta que llegaba cada un mes una carta a un correo, pero me llegó y me mando plata ahí mismo adentro de la carta, así si(…) me mandó como siete mil pesos pa’ que me venga y me vine, ahí ya me decidí y me vine no más, no po’, no me vine na’ él me fue a buscar (…) como él era zapatero, profesional, así que me vine con él y otra hermana que ahora vive en Coyhaique…” Don Juan llegó a Melinka por primera vez el año 1959, cuenta que en esa época no habían muchas casas y que había mucha madera de ciprés, un año después fue el terremoto y en Melinka los estragos del maremoto se hicieron sentir, muchas casas quedaron bajo el agua, don Juan recuerda “… de día fue el terremoto como a las tres de la tarde, si yo me acuerdo, como que hubiese sido ayer, yo ya estaba trabajando ya, como le decía endenante, como mozo de casa donde un patrón allí, ahí estaba cuando me pillo el terremoto, yo estaba todavía haciendo pan, como a las tres de la tarde, haciendo pan jugando con las chicas jóvenes solteras que habían, echando la talla, de repente empezó ese movimiento, ese movimiento, cayó abajo una tapa de tetera, las chicas salieron , yo les dije no chicas no tengan miedo, si yo sabía lo que era un temblor, salgan pa’ afuera no más, la casa no va caer, si es un temblor, así que yo saqué todo, dejé la cocina limpia (…)y arriba, la casa era de segundo piso había que subir una escalera y arriba había una ventana abierta y yo cuando vi que la ventana se golpeaba de lado a lado tuve que subir de la escalera a cerrar la ventana, y después pa’ bajar, si que me costó, porque igual que cuando una va en el barco en un golfo, el movimiento (…) demoró como 3, 4 minutos, fue largo…” Después de trabajar en ese lugar y de ahí en adelante se dedicó a trabajar en el mar, trabajo en la faena de la cholga seca y el pescado seco hasta que hace 12 años atrás aproximadamente sufrió una trombosis que lo inhabilito para seguir trabajando en la pesca, don Juan recuerda “… estábamos trabajando con un buzo, un compañero, haciendo todo, como le dijera para que terminemos de trabajar, última semana, porque se venía el mes de septiembre y el hombre había vendido la embarcación, íbamos a hacer la última salida el día sábado, ya teníamos todos los planes hechos (…) no llegamos ni al viernes, el mismo día que salimos en la tarde me trajo en calidad de bulto” después de eso don Juan fue a Coyhaique para su recuperación, de la cual hoy sólo tiene pequeñas secuelas, que se pueden ver en su mano derecha, más aun cuando hace frío. Está casado con la sra. Sara del Carmen Remolcoi Ñancupel, quien lo ha acompañado todos estos años. Don Juan aprendió a tocar acordeón y otros instrumentos cuando era pequeño, ya que escuchaba a sus tios tocar y de ahí saco las notas a oído. Hace varios años atrás formaron un grupo folclórico familiar, llamado Melinka, uno tocaba el acordeón, otros guitarra, otros armónica, etc., hasta que una de sus integrantes sufrió un accidente, ahí dejaron de tocar. Don Juan toca folclore antiguo, Ranchera, Vals, Corridos y Cuecas. Antecedentes de la especialidad o práctica: Contexto: Para Galindo (2004) el folclor de Aysén tiene su origen en dos ramas de un mismo árbol, el canto a lo poeta, de los campesinos de Chile central y el género llamado gauchesco de los trovadores rioplatenses. "(…) A juicio de Héctor Adolfo Cordero, la métrica inicial utilizada por los trovadores rioplatenses fue la del romancero español y en las trovas gauchescas apareció algo totalmente distinto a lo conocido hasta entonces; se muestra lo que obedece a una condición étnica (…)" (Galindo, 2004, p. 153) Según el autor, en Chile la poesía del pueblo se reflejó en los textos de las tonadas, en las corridas del rancho, las pallas y contra puntos de las chinganas. En el caso de la paya, es un arte poético musical heredado de la colonia que tuvo gran desarrollo en Argentina, Uruguay, Brasil y Chile. Entre los más reconocidos en la zona de estudio se encuentran Jorge Contreras y Víctor Hernández, quienes se desplazan por diferentes fiestas costumbristas que se realizan en la Patagonia, incluyendo la Argentina: “(…) La música la desarrolla […] Dentro de la región en los festivales costumbristas, sino también en Argentina, en donde hayan fiestas costumbristas y necesiten mi presencia, ahí voy”. Jorge se define como un “cultor musical”, pues considera que esta es una labor especial de los payadores: “…en la región de Aysén la tradición se vive, no se rescata. De que la estamos perdiendo obviamente, cada día más, por eso luchamos los que estamos en movimiento de lucha social o cultural, como los payadores (…)” (Jorge Contreras, Puerto Ibáñez en Concha, 2013). En el caso de la Ranchera, ésta tiene ritmo de origen rioplatense, derivado de la Mazurca; parecido al valse, pero más lento y cadencioso, llega con los colonizadores desde el Río de la Plata; no se puede establecer cómo llega primero a la región, si a través de los músicos, o de discos de Victrola, pero es más probable que haya sido a través de colonos músicos, ya que era más fácil adquirir un instrumento musical, que una victrola. Lo que sí está claro es que se ha transmitido de generación en generación de forma oral, y a través de discos; y que sigue vigente su práctica, tanto en la música como en su danza. Por estas características es considerado folclor regional. En Aysén se han folclorizado también rancheras de procedencia mexicana y procedencia chileno centrina. Aunque como plantea Galindo (2004) la ranchera mexicana tiene muy poco que ver a nuestra ranchera criolla. "(…) En la forma de la danza, la pareja realiza el doble pazo sobrepaso al compás de ¾. Coreográficamente los bailarines marcan la figura de una rueda o una elipse, interrumpida a intervalos, de acuerdo a los cambios de velocidades o estribillos del tema, por uno o dos giros, cada ve, las llamadas vueltas. Estilísticamente, hay quienes pueden destacar también con los tacos el ritmo y otros que marcan el compás de manera muy suave y elegante. (…) "(Galindo, 2004, p.121). Según Guerra Pizarro (2010), el chamamé es un ritmo derivado del chamamé maceta (lento) el cual es oriundo de Corrientes, Argentina, y éste viene de la polca paraguaya. La danza en el paso difiere de la practicada en el sector de corrientes y otras provincias de Argentina, donde el varón se agacha y cruza uno de sus pies por detrás del otro, en cambio en la región de Aysén se ejecutan el paso a la inversa y los cuerpos de los bailarines mantienen una postura más erguida. Llega a la región en la década de 1940 en discos de victrola. Se ha transmitido de generación en generación por medio de la oralidad como también a través de discos. Su práctica sigue vigente tanto en su música como en su danza, poseyendo características dancísticas propias en la región de Aysén. "(…) Su masificación no llega sino hasta las últimas décadas, después que fuera relegado a algunos sectores de la región, por haber sido considerado símbolo de argentinidad para las autoridades de las décadas 60´y 70´. No obstante, se ha convertido en uno de los ritmos más populares de la región, considerándose como una manifestación de folclor regional (…)". (Pizarro, 2010). El chamamé se clasifica como de uso social, ritual y de actos festivos, se encontraría en la dimensión de los profano y artístico. Y se desarrolla en fiestas privadas, comunitarias asociadas a la finalización de faenas productivas (señaladas y marcaciones) como también en fiestas costumbristas a nivel regional, las cuales principalmente se desarrollan durante los meses de enero y febrero. Práctica: El acordeón que toca don Juan se le llama Verdulera y también se le denomina acordeón diatónico a botones o Melodeón Don Juan aprendió a tocar acordeón y otros instrumentos cuando era pequeño, ya que escuchaba a sus tíos tocar y de ahí sacó las notas a oído. Hace varios años atrás formaron un grupo folclórico familiar, llamado Melinka, uno tocaba el acordeón, otros guitarra, otros armónica, etc., hasta que una de sus integrantes sufrió un accidente, ahí dejaron de tocar. Don Juan toca folclore antiguo, Ranchera, Vals, Corridos y Cuecas. FUENTES:  Concha, R. (2013). Informe Variable Patrimonio Inmaterial; Sub-etapa 1: Descripción y caracterización de las variables de la cuenca del Río Ibáñez.  Galindo L. (2004). Aisén y su Folclor, Fondo Regional de las Artes y la Cultura, Coyhaique Patagonia Chilena.  Guerra Pizarro, Cristina (2010). Patrimonio de los Ñadis, Una mirada a la identidad patagona se la cuenca del río Baker. Universidad Bolivariana, Escuela de Antropología Social, Tesis para optar al título de antropóloga. Santiago,

  • Identificador SIGPA: CI1520
  • Fecha de registro: 22-08-2013
  • Tipo: Cultor individual
  • Género: Masculino
  • Comuna: Guaitecas
  • Region: Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo
Ubicacion