"yo lo aprendí se puede decir porque mi abuelo era cantor, y de ahí yo me entusiasmé. Le tocaba la guitarra a los otros cantores yo. Después, porque yo hago una fiesta en mi casa, ahí yo dije, porque no habían cantores, por eso que yo aprendí. Pero deben ser unos 15 años por ahí que yo canto, y el compañero con el que partí cantando, él murió, quedé solo en ese momento. Mi abuelo se llamaba Clodomiro López, él era mi abuelo, él cantaba, era poeta, hacía los versos, y de ahí aprendí yo. Toco guitarra, guitarra traspuesta como se llama, primera, segunda y tercera, que son afinaduras diferentes. Yo vivo en Palquico, comuna de Petorca, pero salgo a todos lados, a Cabildo, Longotoma, a la cuarta región también vamos a cantar. Eso es lo que le puedo decir acerca del canto."Entrevista realizada durante el Encuentro bi-regional de Canto a lo Poeta (Valparaíso - Coquimbo) en Nogales, Región de Valparaíso, 9 de julio de 2016
Yo conozco el canto a lo divino desde que tengo conocimiento: desde los 4 años, más o menos; porque mi abuelo y mi abuela eran cantores. Nací en cuna de cantores a lo divino. Mi abuelo era Clodomiro López y mi abuela Elvira López, acá se repetían los apellidos. A los cuatro años ya tocaba la guitarra traspuesta. Yo aprendí escuchando a la rueda del fuego. Yo aprendía las entonaciones y algo del verso.
Yo toco guitarra traspuesta; también canto otra música: rancheras, tonadas, cuecas, y así. Hago décimas y me sé melodías. Yo los versos tuve que aprender a hacerlos porque era cultor de canto a lo divino, entonces llegué a ser una persona reconocida, entonces tenía que hacer mis versos. Tengo harto verso de religioso, y también de la contingencia.
Yo he logrado enseñarles a varias personas a cantar, por ejemplo, a doña María Aravena y Servanda; y otras personas más. También tengo una nieta que es cantora que aparece en algunas redes sociales.
Para mí saber todo esto es muy importante, porque somos muy pocos los que tenemos la capacidad de hacerlo. A veces uno dice: “eso lo hace cualquier”; pero es mentira, porque aprenderse versos no es nada fácil; menos hacerlo. Yo me siento orgulloso de que yo he hecho versos, algunos tienen libros para aprenderlos, pero yo los hago. Yo agradezco a dios por esta capacidad que me dio.
Primeramente, estoy cantándole a dios, o a la virgen y a los santos; pero cantando me encuentro bien con dios. El canto a lo divino es bíblico, por tanto, uno le da a dios esto; pero no hay que confundirlo con el canto a lo humano, que es cantarle a las flores, a los pájaros, a cualquier cosa.