José Nicanor Vera nació en el año 1967 en el sector Centinela, en la isla Tranqui, que se encuentra al sur de la ciudad de Queilen, hoy en día es el único carpintero de ribera de laciudad de Queilen, y uno de los dos carpinteros identificados en esta comuna. Cuando niño, él veía cómo los carpinteros de ribera construían embarcaciones y las vendían o las trocaban por animales. “se vendía un bote a cambio de una vaquilla: yo decía «cómo poder hacer un bote un día y venderlo por una vaquilla,y me armo de animales…», esa era mi intención.”

Comenzó haciendo modelos a escala, y después continuó construyendo embarcaciones grandes. “cuando tenía como 17 años hice una lanchita de un metro con tablitas, con cuadernas como corresponde, y bajamos a la playa ya cabro grande, me gustaba porque era mi pasión; después hice una de un metro y medio casi, igual con tablitas, y el mismo procedimiento y después fui al servicio militar. Cuando volví, después de 2 años, empecé a hacer botes, pero hartos botes, lanchas, me encargaban, salía uno y otro, un buen tiempo, y después como de unos 25 años ya, hice uno más grande de 7 metros, y después como a los 27, 28 años de edad, hice una lancha grande de 12 metros, la primera lancha más grande, y de ahí no he parado, de ahí quedó bonita, y de ahí otro encargo y no he parado”.

Aprendió mirando a los otros carpinteros de ribera que había en Alqui, otro sector cercano de la misma isla Tranqui. Allí había dos maestros, con los que trató de trabajar como ayudante, pero sin suerte. Por eso después aprendió solo, poco a poco, hasta llegar a ser reconocido en la zona, hasta el punto que nunca le falta el trabajo, ya que si no está construyendo está reparando.

Después de unos 10 años construyendo embarcaciones en la isla Tranqui, José Nicanor emigró a la ciudad de Queilen, por la educación de sus hijos y también porque la mayoría de sus clientes sonde este lugar. Además, en la isla Tranqui en aquella época no había electricidad, lo que dificultaba el trabajo al no poder usar herramientas eléctricas. En Queilen se ha dedicado además a la construcción de casas, “pero lo mío son las embarcaciones”, enfatiza.

José Nicanor construye sus embarcaciones ayudado solo por su esposa o con su hijo, pero si es un trabajo grande contrata a un ayudante por días.  Para construir una embarcación, busca las maderas estructurales en su propio campo en la isla Tranqui. Allí elige también los árboles adecuados para obtener las piezas con curvas naturales que le servirán para hacer las cuadernas, roda, codaste, y albitanas, entre otras.  

“La madera todo en el monte, por ejemplo, una lancha demoro 4, 5 meses en hacerlo, el primer mes es buscar pura madera en el monte para que tenga la vuelta, para la roda, los codastes, los guarda playa, las cuadernas naturales, la parte de la roda todo es natural, curvas, y después cuando tengo todo en la playa empiezo a trabajar”.

Nicanor se ha dedicado toda su vida a la carpintería de ribera, y gracias a este oficio ha podido sostener a su familia y darle educación a sus hijos. A pesar de llevar tantos años en el oficio, no ha logrado tener un espacio adecuado para trabajar. Su sueño cuando se vino a Queilen era conseguir un sitio a orilla de playa y tener un techo para construir. Pero las cosas no se han dado.

Hasta el momento, construye las embarcaciones pequeñas junto a su casa, bajo un pequeño techo,pero las lanchas más grandes las construye en la playa donde debe arrendar un espacio, y trabajar a la intemperie, expuesto al sol y al frío, e impedido de poder trabajar en los días de mucha lluvia.

Cuenta que antes se construían más embarcaciones. En la época en que aprendió, era el boom del erizo, y se requerían muchas lanchas buceras. Además, las embarcaciones antes tenían una vida útil más corta que en la actualidad, debido a que hoy en día la mayoría de las lanchas son recubiertas con fibra de vidrio, lo que les da una durabilidad mucho mayor. 

Se siente orgulloso de su trabajo, ya que, cuenta que “a casi todas las personas que les he hecho lanchas nuevas les ha ido bien, y para mí es un orgullo, aquí mismo veo pasar las lanchas que salen a trabajar, para mí es un orgullo ver mis lanchas navegando, y ver cómo esas personas surgen, tienen buenas camionetas”.

Cuando empezó a construir embarcaciones, en la década de 1980, las embarcaciones a vela ya se estaban perdiendo, sin embargo, sí navegó en ellas, es piloto de lancha velera, y tiene el sueño de construir una para uso personal. “me crecí viajando en un chalupón velero de mi papá, 10 años tenía cuando empecé a viajar con mi papá, Y así aprendí yo, al final yo soy piloto y me gusta, ese es uno de mis sueños que tenía hace un tiempo, hoy en día que soy carpintero, de hacer una lancha velera, como tenerlo de lujo de repente”.

El conocimiento de la navegación incluye saber leer señales atmosféricas que permiten predecir eltiempo que hará. “Yo por ejemplo, aquí cuando me levanto en la mañana veo derepente un sol blanco, bonito pero demasiado blanco el sol, y está bonito el día y yo le digo a mi gente: «antes de una hora va a llover porque el sol… ¡lo blanco que sale!, ese es sol de agua»… usted sabe que en cualquier momento va allover aunque no haya ninguna nube, antes de una hora; son pequeños conocimientos que uno tiene, y es así, no es como el sol amarillito, el día va a estar bueno”.

Cuenta que antes, en la isla Tranqui, para haceruna botadura de lancha, debía conseguir dos o tres yuntas de bueyes, y siempre había fiesta de celebración. En cambio, en Queilen ya no se usan yuntas, sino una máquina, y eventualmente se hace una celebración, pero mucho menor que como era antiguamente, siendo ésta una tradición que se está perdiendo en la zona. Apesar de que su hijo conoce el oficio y es su ayudante esporádico, éste notiene proyecciones de continuar el oficio por el momento.

Es 1 de los 2 Carpintero de Ribera de Queilen, y cuenta con profundos conocimientos del bosque que le permiten buscar piezas específicas para la construcción de las embarcaciones que elabora.