Hugo Hernán Zúñiga Gallardo
Natales, Magallanes y de la Antártica Chilena

Hugo Zuñiga Gallardo es pescador y carpintero de ribera nacido en Chile Chico y criado en la zona rural cercana a Puerto Montt donde, entre campo y mar, aprendió de su padre el oficio de construcción de embarcaciones. Siendo el hijo mayor de la familia tuvo que ayudar en las labores que desarrollaba el padre, por lo cual, de ayudante fue aprendiendo cómo identificar los distintos palos para cada parte de la embarcación, dónde buscar la madera, qué cortes son necesarios, cómo diseñar la embarcación para el clima y mar al que se enfrentará, etc. Así, desde los ocho años de edad, ayudando a entregar las herramientas a su padre, inició el camino de carpintero de ribera.

Destaca Hugo en este proceso la necesaria vinculación que en el desarrollo del oficio se debe tener con el mar, pues no se puede construir en tierra sin nunca haber estado en el mar, sin saber cómo flota la madera: “hay una diferencia a un carpintero que solo construye, porque no conoce el mar”. La embarcación varía dependiendo del lugar geográfico “acá nosotros tenemos el mar en una ola muy cortada, muy golpeadora, entonces las embarcaciones se tratan de hacer finas, ése es el tema…”, siendo necesario tener conocimientos de cómo se comporta el mar con las embarcaciones. 

Hugo Zuñiga llegó a Puerto Edén, región de Magallanes en el año 1980, considerando a dicho espacio como una especie de escuela de carpintería, de esta “ingeniería artesanal”, donde muchos carpinteros de ribera pasaron por aquel puerto donde encontraban la oportunidad de perfeccionar sus habilidades y conocimientos en relación a la carpintería de ribera, especialmente por las características del entorno: “Edén tiene una forma que para la carpintería era lo extremo, porque tú tienes que ir al monte, cortarte un palo y bajarlo con tu impulso hasta llevarlo a construir”, promoviéndose la conformación de una “actitud de trabajo” que no puede permitir fallas en las embarcaciones. En este sentido, Puerto Edén se caracterizó por olas más cortas, principalmente en sus zonas de canales donde los vientos superan los 60 kilómetros por horas, razón por la cual las embarcaciones, comenta Hugo, deben tener una forma más profunda y angosta, que le permita desempeñarse en dicho escenario natural. 

Una parte fundamental del trabajo desarrollado por Hugo inicia con la búsqueda de la madera, especialmente del Ciprés por su calidad que permite que una embarcación, bien cuidada, pueda llegar a los cuarenta años. En tal sentido, se prefieren los bosques viejos, en un trabajo de recolección, mas no de extracción, puesto que la demanda es diferente, se busca solamente la madera que se necesita. En dicha labor se generan una serie de prácticas y rutinas como aquella que aprendió de los carpinteros de Puerto Montt donde se dice que la madera no se corta en luna creciente porque no sirve, se quiebra y se parte. Así también los meses de junio, julio, agosto y septiembre son dedicados para cortar madera y guardarla, debido a que no se puede buscar madera en cualquier periodo. Junto con lo anterior Hugo recuerda la práctica de “capar los árboles” que consistió en realizar una marca al árbol que cortarían al año siguiente, cortándole la corteza, “…y ahí el palo se empezaba como a secar y al otro año estaba como ellos lo querían. Ahora quién va a tener la paciencia para ir hasta el otro año”. De esta forma, dichas prácticas conformarían la parte cultural del oficio, que Hugo considera se pierden cuando el proceso lo realiza el aserradero. 

Hace unos diez o quince años la carpintería declina en Puerto Edén, el trabajo de Hugo ha disminuido, principalmente porque se “está reemplazando el fierro, la fibra, la goma, y es toda cosa contaminante no más que el día de mañana queda todo botado, queda contaminado”. Así también la cantidad de manera ha disminuido considerablemente, por su explotación sin dejar los periodos de reproducción, que necesita por ejemplo el Ciprés. En este escenario emerge la necesidad de defender el oficio en el cual se ha desempeñado por cincuenta años: “ese es el tema de la carpintería de ribera, porque es un trabajo bonito, difícil y es un arte, porque es nuestra cultura”, de modo que entre las dificultades mencionadas y que no se desarrolla un recambio generacional en el oficio, se está corriendo, considera Hugo, el riesgo de perder ésta práctica directamente vinculada con la identidad del territorio.

Hugo Zúñiga quien tiene alrededor de cincuenta años de oficio continúa aun desarrollándose en la construcción de embarcaciones. Sin embargo, la situación es compleja, ya que la última embarcación la realizó hace alrededor de cinco años, debido a la baja demanda.

  • Identificador SIGPA: CI3664
  • Fecha de registro: 20-08-2020
  • Tipo: Cultor individual
  • Género: Masculino
  • Comuna: Natales
  • Region: Magallanes y de la Antártica Chilena
Ubicacion