Desde el año 92. Yo no tuve ningún maestro directo, ni ninguna participación en algo formativo. Yo escuchaba la Radio Umbral. Yo soy cantor desde antes: en el año 86 ya tocaba guitarra, y venía con la música de la época. En ese entonces se hizo un encuentro de payadores en el teatro Cariola de Santiago. Ahí yo fui varias veces en el año 90 o 91. Ahí empecé a imitar cómo lo hacían. En el año 92 lo empecé a hacer en disitntos escenarios a los que iba como cantor, pero pa' calla'o. 

En esos años conocí al Tranca Castillo, y desde ahí conozco este arte más de cerca y me integro a él. 

Debo reconocer que mi familia era cantora, de otra música; pero ellos siempre me hablaron de la guitarra traspuesta, de la décima, la copla. La conocían, pero no la cultivaban. Entonces, yo después me fui encontrando con eso, me fue muy fácil; a pesar de que ellos no me lo enseñaron. 

Hoy en día tengo solo un alumno: Jorge Quezada. 

He ganado varias veces torneos de pie forzado y cueca improvisada. 

Yo he hecho todas las facetas del Canto a lo Poeta; sin embargo, en el canto a lo divino no es en donde yo me sienta cómodo, pero sí veo que es el lugar donde está todo lo arcáico de este arte. 

Yo me siento muy cómodo como cantor popular, pero donde más me realizo es como payador. Ahí siento que la pudo pasar bien porque puedo hacer todo, distintas cosas.