Omar Tabie es carpintero de ribera oriundo de isla Laitec en Chiloé, Región de Los Lagos. Desde pequeño se relacionó con la madera, ya que su padre era carpintero de ribera y sus tíos mueblistas, desarrollado tempranamente las habilidades para trabajarla: “En el colegio siempre hice trabajos manuales que eran embarcaciones, carretitas, hice cucharas de palo una vez cuando no habían cucharas, que faltaban cucharas, yo hice cucharas para mis compañeros, muchas cucharas, de todo, hice el mortero para moler el ajo, todavía queda un mortero de eso en Laitec, hice muchos trabajitos de esos me gustaba mucho hacer”. De su padre, quien fuese subcomisario de Carabineros y se dedicaba a realizar lanchas patrulleras, aprendió las primeras técnicas y etapas de construcción de embarcaciones. Su aprendizaje del oficio estuvo también orientado por distintos maestros carpinteros de la zona, con los cuales Omar trabajó como ayudante.

Omar desarrolló distintas labores de ayudante, desde la búsqueda de la madera necesaria, identificando las formas y curvas naturales, para luego cortarla y trasladarla con bueyes, hasta el desarrollo de etapas como el entablado de la embarcación, el estopar y enmasillar también. Trabajando solamente con herramientas manuales, en la orilla de la playa y escuchando los consejos de otros maestros carpinteros sobre lo fundamental de ser responsable y tener paciencia y buena voluntad en este oficio, logró construir su primera embarcación a los trece años. Un pequeño bote de 2,6 metros que si bien no quedó perfecto le permitía utilizarlo para navegar: “Flotaba y no hacia agüita, ese ya me servía para ir a pescar robalito con lienzo”. 

Omar se ha dedicado a otras labores como buzo, mariscador y constructor de viviendas, sin embargo, siempre ligado al mundo de la madera y el mar. A los treinta años se fue a vivir junto con su familia a la localidad de Quellón puesto que ahí podrían tener mejores opciones educacionales para sus hijos en comparación a la isla donde eran más limitadas. Radicado en Quellón se ha dedicado a la construcción de bote y lanchas, para lo cual privilegia la utilización de maderas de árboles como el Coigüe, Mañío, Tenío y Ciprés, por las cualidades y características de durabilidad y resistencia que este tipo de madera le otorga a las embarcaciones. Para obtener la madera antes habían personas que se dedicaban a la extracción de esta yendo a la montaña, conformando cuadrillas que se dedicaban a cortar la madera que le solicitaban “se iban con motosierra y hacha, allá hacían los cuadrados, hacían balsitas labradas a hacha no más, igual lo que aserraban lo hacían parejito si había gente que tenían sus faenas y eso uno hablaba con el dueño de la lancha, ellos hacían sus cuadrillas y sus tratos, y ellos llevaban tantos metros, tantos metros entregados”. Así también debe cuidarse que la madera a utilizar debe ser de bosques viejos, es decir, de árboles adultos que entreguen la firmeza y resistencia a la madera de la cual se construirá la embarcación. 

Omar trabaja con herramientas como Motosierra, cepillo, prensa, formones y hacha de mano principalmente, donde al final del proceso se realizaba como finalización de la construcción, una celebración cuando se botaba la embarcación al mar, aunque sea pequeña, el dueño realizaba un asado en señala de agradecimiento tanto al carpintero como a la comunidad que participó de la elaboración de su embarcación. 

Actualmente la madera se encuentra escasa, nos relata, hay muchos problemas para sobrellevar el oficio “lo que más nos complica en este momento a nosotros son las fechas de los plazos de las construcciones porque todos nos atrasamos, todos los constructores de ribera tenemos atrasos. Una por condiciones de tiempo y la otra que las maderas no están adecuadas en el momento que uno lo quiere”. Es un problema que está aquejando a todos los que ejercen el oficio, la madera ya no está fácil de conseguir y no con cualquiera se puede trabajar, hay maderas específicas que cumplen la calidad que requiere el maestro. En cuanto a el mercado de la carpintería Omar relata que no hay competencia entre el gremio, los precios que cobran son acorde a lo que cobran los demás carpinteros y entre ellos se recomiendan si el otro está muy sobrecargado de trabajo, manteniendo una solidaridad entre ellos. 

A lo largo de su trayectoria como constructor de ribera, Omar ha podido visualizar las problemáticas a las que se enfrenta su oficio principalmente por la escasez y dificultad de acceso a la madera. Sin embargo, aún se encuentra ejerciendo como carpintero, agradecido de un oficio que le ha permitido desarrollarse y educar a sus hijos.

En la actualidad Omar Tabie se encuentra en ejercicio del oficio, enfrentando las distintas dificultades para su desarrollo, por lo cual menciona que optará por dedicar a la realización de mantención y reparación de embarcaciones.