Tecnica de artesanía, Trenzar, anudar y coser paja de trigo.
Trenzar paja de trigo para la realización de Chupallas típicas de la vestimenta Maulina. Con el fin de cubrirse del sol, el huaso chileno comenzó a utilizar la "chupalla".

Debido al fuerte trabajo campesino en tierras Maulinas se hizo cada vez más necesario contar con una buena chupalla, para ir a trabajar, que fuera duradera y que fue así como las mujeres y hombres se fueron especializando en la técnica para realizar chupallas, trenzar y anudar la paja, ponerle color y realizar distintos trabajos hasta conseguir un sombrero perfecto que sirviera para protegerse del sol en tiempos de temporada y para vestir y visitar los distintos pueblos que contaban con los servicios necesarios, ahí era donde se usaban las más bonitas, por lo que se comenzó a perfeccionar en el diseño y en los colores, para que fueran resistentes y hermosas a su vestimenta.

Antiguamente el sembrar y cosechar la paja de trigo era muy común para el sector de Rarín, con el fin de trenzar, anudar o agrupar con hilos esta paja y realizar chupallas de hombres y mujeres, tanto para trabajar la tierra como para vestir y salir de acaballo. Hoy es casi imposible solo dedicarse al sembrado y cosechado de esta materia prima, ya que el clima no ha permitido realizarlo en la misma cantidad de antaño.

La comunidad de trenzadoras de paja está compuesta por 7 mujeres y 1 hombre, estas personas deben conseguir la materia prima a feriantes o a personas que sólo se dedican a la cosecha de paja de trigo.
Las trenzadoras y trenzador comenzaron este oficio como un elemento de lo más natural en su infancia, era común ver a las abuelas, tías y tíos, trenzando y cociendo la paja, para realizar sus propias chupallas o algunas para llevarlas al pueblo y venderlas, con lo que se aportada al bien común y a la adquisición de alimentos para el hogar.

Todo el año se trabaja trenzando y uniendo la paja. Pero el periodo más fuerte es en invierno, realizar esta tarea alrededor del fuego contando historias con la familia, era lo que más se disfrutaba en aquel lugar. Ver a los habitantes, en su mayoría mujeres con un paño blanco bajo el brazo era de lo más común, un manojo de paja con un paño húmedo y trenzaban mientras caminaban a la casa de una vecina o algún familiar.

Si bien Rarín está ubicado a 24 Kilómetros al noroeste del pueblo de Vichuquén, es el lugar que abastecía de estas hermosas chupallas a todo la comuna, a la provincia y también a la región. Hoy se llega a todos estos lugares pero la venta no es tan masiva como hace unos 100 años atrás. Hoy las chupallas de Rarín incluso se venden en ferias de otras regiones, pero es ocasional, cuando llegan pedidos de clientes del mercado de Chillan, Región del Bío Bío, o a la feria de Santa Cruz, Rancagua. Hay periodos de Rodeo en el cual se pueden vender un poco más.